"Si tan rojo eres, por qué tienes coche nuevo?". Esta pregunta la formula un policía de la era democrática a un acampado en el Arriaga a las 6:45 del día 18 de julio, fecha mimética del glorioso levantamiento tiempo ha, sólo que esta vez es para derrocar el levantado por el Movimiento 15M en la capital vizcaína. La pregunta tiene enjundia: La Brigada Político social de la policía goza de buena salud. La democracia está, pues, de enhorabuena.
El Ducho - sin e- alcalde de Bilbao esgrime las razones del por qué su policía y la policía del consejero dios de la guerra en Gasteiz han "levantado" el campamento del 15M: hay "ilegales", hay "robos", quienes están en el Arriaga "no son el 15M". A esta hora, el alcalde tiene toda la razón. Hay ilegales, es hoy más cierto que nunca: podemos leer la lista de los presuntos que formando prestigiosa parte de su partido van pasando por los tribunales por hurtos públicos, comisiones ilegales - corren nombres de cercanos alcaldes, y nobles cargos - y otras prácticas mafiosas en absoluto novedosas; hay robos, en efecto, como los que al amparo de esa alternancia de pactos entre partidos se reparten éstos el dinero público. No vamos a mentar las chapuzas reglamentarias que el mismísimo prócer alcalde comete, salvo cuando el movimiento vecinal le obliga, caso de Zorrozaurre, a someterse a la legalidad; en el Arriaga quienes están no son del 15M, son de muchos más lugares, pueblos, barrios, comunidades. El señor Azkuna tiene razón, y para que su razón no sea pública precisa que de la vía pública desaparezca de una vez la acampada molesta e impúdica. Ante su anfiteatro electo-oral podrá presentarse como el garante autoritario que el estatus bilbaíno en él dispensa. Desde el diario Deia, semanas ya, se pedía mano dura.
En la asamblea extraordianria convocada tras el desalojo - que incluye la eliminación del huerto, destrozo de tiendas de campaña, incluso las muletas de un acampado - nuestros pagados antidisturbios (sin identificación alguna en sus uniformes) han irrumpido para mostrarnos que lo sádico, absurdo y ridículo son tres en uno. Reciben órdenes de no dejar ver a la gente mostrarse autónomamente; de que la valentía común no desafíe la autoridad en primera instancia del alcalde y en segundo termino del escondido consejero de interior.
Tienen razón. El 15M es su problema. Ellos son una muy pequeña parte del problema de todos.
Qué espúrea su fuerza, pues este principio de común conocimiento de personas subjetivas ha dado comienzo sin final. Por más porras y capuchas que se opongan. por más estigmas que los díscolos alcaldes, consejeros o delegados dispongan. Tienenrazón para temer: su tiempo horribilis ha pasado. Hoy se levanta una acampada para seguir propagando.
PD: Según cuentan, al día siguiente del desalojo, visita Bilbao el jurado del concurso sobre la Capital mundial del diseño industrial por cuyo concurso sueña el afando Azkuna junto a otras dos ciudades del mundo. Los 5 miembros del jurado visitarán edificios emblemáticos de la villa. Y uno es el Arriaga.
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