jueves, 26 de noviembre de 2015

GUK se convierte en la campaña del PP



Así de escasas están las ideas en el partido popular. Después de la emisión del vídeo plagiado sobre la recuperación de España malogrado por el PP de la metrópoli, el PP de Getxo al menos ha tenido una recurrente idea, aunque también ajena para intentar dar vidilla a su hasta ahora insulsa campaña: obsesionarse con GUK. Después de lanzar el grito en el cielo para que ningún partido de la oposición hiciera oposición al PP, es el partido popular el que hace oposición a la única oposición que va quedando en Getxo, GUK. Razones haylas, y parecen montantes. Desde aquel pleno en el que el PP consiguió del PNV 5 retribuciones y una de ellas doble,a cambio de garantizar retribuciones de asesores y concejales a espuertas, poco se supo de esa oposición acaso de tono responsable que vaticinaba algún líder popular.

El mal gobierno del PNV reengrasó sus tuercas en junio: con más minoría y con un acompañante, el PSOE, que pide a gritos algunas rupias ante su propio desastre. Sólo las voces de GUK y Bildu han puesto coto al desmán de un PNV limitado pero arrogante. El despropósito es un cúmulo de desatinos, y tanto va el cántaro a la fuente en silencio, que al final abrir los labios es el error fatal. El del PP es avalar de la forma más peregrina el mal hacer del PNV. Y en especial en las últimas semanas con para todas las personas y el vecindario del Puerto Viejo. Con una mezclada de esa demagogia de proximidad que tan pocos votos le ha reportado en cuantos barrios ha querido asomarse, el PP se atreve, en comanda con el alcalde, a reprochar a GUK que pida el convenio de la ayuda a la asociación del Puerto Viejo, para saber los términos reales de la ayuda y no hacer como de costumbre un brindis al sol, y con ello sacar la cara a un equipo de gobierno que busca un gesto con el Puerto Viejo en campaña electoral.

Sabemos pues que al tripartito en Getxo - la triple P- le gusta presentar acuerdos para su votación pero sin enseñar un detalle mínimo del mismo, aún menos un plan de viabilidad y haciéndolo en época electoral. De esta pasta esta hecha la cualificación de nuestros gestores. Incapaces han sido de acelerar en dos años un plan de rehabilitación integral que abarcaría más problemáticas de las abordadas en el supuesto último acuerdo - porque el Puerto Viejo padece de muchos males, y las termitas son sólo uno de ellos -. Como el mal estudiante, a toda prisa, para el alcalde y su concejal de urbanismo el examen se hace infranqueable. Precisamente, porque en GUK apostamos por la participación vecinal, la maniobra del equipo de gobierno es menos tolerable. Para salvar su incapacidad, recurre a la demagogia. En comanda PNV y PP cacarean acusación a GUK, nada menos que de "ir contra los vecinos". Extasiados, ya pueden dar por buena la legislatura y jugar como algún concejal al tetris en esas mañanas anodinas(1).

Que el Puerto Viejo adolece de graves problemas lo viene denunciando la asociación de vecinos hace años. Sus asociados y todos los habitantes de su barrio pensaron que en vez de mar, tenían arena, porque lo suyo fue predicar en el desierto. En GUK consideramos más serio mirar a la luna y no al dedo del alcalde. Es obvio que no estamos en contra de ningún acuerdo ni de la gestión autónoma en los barrios, como ya defendimos en campaña respecto al Puerto Viejo. Otra cosa muy distinta es dar el visto bueno a un acuerdo del que nada se sabe ni se ha mostrado, aunque con eso baste para que a la triple P les sepa a miel hasta el empacho. Parapetarse en la digna labor de una asociación no exhime de responsabilidad al alcalde y a su concejal por haberse cruzado de brazos estos dos últimos años. La responsabilidad es por lo que apuesta GUK, barrio a barrio, persona a persona.




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