Para quienes viven en la cuenca de drenaje del rio Gobela, cada vez que llueve cae del cielo la maldición que pone en riesgo sus viviendas, sus vidas. De otros cielos burocráticos, administrativos y políticos puede que venga la explicación del asedio urbanístico que han sufrido el Gobela y sus afluentes.
Puede que los esquisitos, los técnicos y los benevolentes burócratas llamen a esta situación desarrollo urbanístico. Es terrorismo y quienes ven amenazadas sus vidas de muerte por su causa son víctimas del terrorismo. Han caído más de 120 litros por metro cuadrado en un día y el Gobela ha dado un nuevo rugido, a pesar de los parches parciales que URA acomete. Se prevé una nueva jornada con fuerte pluviometría.
En 1969 llovió un mes entero sin registrarse en absoluto el caos que genera apenas una lluvia continua hoy de unas horas. O repensamos con urgencia absoluta nuestro contemplado terrorismo de expansión y crecimiento - llamado Plan Territorial Parcial por un lado, Plan General de Ordenacion Urbana por otro - o nos resignamos al tiro de agua corrupta en nuestra nuca.
A corto plazo se prevén nuevos hormigonamientos para viviendas - Zubilletas, Venancios -. ¿quien dijo que el político no cae decenas de veces en la misma piedra? Que las víctimas no paguen de continuo esta miopia desarrollista y canibal depende de todas y todos.
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