Independientes de Getxo pedimos, como ya hiciéramos hace cuatro años, el apoyo a GUK en las elecciones municipales del próximo domingo 26 de mayo de 2019. Hay más motivos que entonces. Por paradójico que pudiera parecer. Entonces GUK era un encuentro, una confluencia de partidos del margen en Getxo, corrientes contestatarias, el nuevo auge político Podemos y personas salidas de asociaciones, además de eso que hoy suena tan descompasado como la “sociedad civil” de Getxo. Algunos de esos partidos, y sus respectivas direcciones, tocaron arrebato para desembarazarse de todo lo que no fuera sus nomenklaturas más abyectas. Consideraban que los gorriones de esa confluencia - las corrientes externas, los independientes, esa “sociedad civil” - quitaban grano a las grandes y pomposas palomas – el organigrama de su partido ya constituido a la vieja usanza. Las direcciones de Ezker anitza y Podemos querían repartirse la plural contribución de GUK, desarticulándola y disolviéndola progresivamente para presentar Elkarrekin Podemos a continuación. Lo que sucedió es que el GUK que no se debió nunca a siglas, ha resistido para presentarse a las elecciones municipales.
Y resiste por motivos políticos más que sobrados. Es más
necesario que nunca que hagamos frente a la casta económica que zarandea con
sus desigualdades la vida cotidiana de quienes vivimos en Getxo. Y es también
más necesario que nunca articular una opción vecinal frente a la casta de los
partidos que como hemos descrito antes tan abyectamente coopta con sus sillones
negociados la vida de las personas.
Más que una división entre izquierda y derecha, vivimos en
Getxo una larvada división moral. Trabajar para un conglomerado, empresa o
particular con ganancias astronómicas por poco o justo el salario mínimo, rejuntando
los pedazos partidos del día; dejar, consentir que una nueva y vieja nomenklatura de demagogos que aspiran a
vivir de la política se ofrezca a ser tu voz. La gente que reedita GUK tiene su
mal trabajo y, como viene haciendo desde hace cuatro años, va a dedicar sus
esfuerzos con la misma e impecable honestidad defendiendo en los plenos los
intereses de la gente común en Getxo.
Vivimos en un municipio pasto de la corrupción:
contrataciones a familiares de concejales del PNV, adjudicación de servicios a
empresas con miembros del PNV en su concejo de administración. La entidad
bancaria que mayoritariamente explota a los getxotarras atados con hipotecas,
la impresentable BBK, está aún controlada por miembros del PNV.
Los proyectos que de largo son el jugo de la especulación en
Getxo son hoy Andra Mari y Romo. En el primero aún penden numerosas operaciones
que darían pingues beneficios a onerosas empresas como Sacyr, Florentino Pérez,
alguna de las Klopowitz, Soto de Azkorri – relacionado con la red Malaya de
Ibiza, y no se nos olvida ninguna mafia más. En Romo, la Nagusien etxea, centro
neurálgico de servicios, cultural, social a mayores y a menos mayores es el
objetivo de PNV y PSOE. Con su derribo, un nuevo pelotazo podría ser posible.
La lucha de las personas mayores por mantener de manera autogestionada la
Nagusien es un ejemplo de ejercicio político que debemos seguir.
Necesitamos caminar hacia la igualdad. Es imprescindible
prescindir de poses retóricas y pasar a la acción en la defensa de lo común.
Nuestro pueblo puede cambiar mucho, y nuestras vidas pueden
ir a peor según quien tenga la manera de decidir con mayoría absoluta cómo
vivir en Getxo. Esto es perentoriamente PNV y PSOE – pudiera serlo con
cualquier otro partido dispuesto -. Por eso creemos necesario todas las
personas que sostenemos GUK que te sumes a la defensa en esta ofensiva de la
gente como tú. En ello va nuestra vida.